Tren Maya y hoteleros de Quintana Roo
Si los ejidatarios Carrillo Puerto o los ambientalistas no lograron detener la construcción del Tren Maya, hasta donde sabemos, ninguno de los grupos hoteleros afectados por esta obra enfrentará al gobierno federal.
Los detalles son importantes y la forma en que se maneje dependerá de su futura relación con las personas.
Un ejemplo es Bahía Príncipe, propiedad de la familia Piñero, con enormes complejo y desarrollo inmobiliario en el área de Tulum.
Sobre este caso en particular Encarna Piñeroquien está a cargo de este grupo ha estado hablando con el gobernador de Quintana Roo durante semanas, Carlos Joaquín Gonzálezy le dijo que no se opondría a la expropiación pero que le interesaba obtener un precio justo.
También en ganar la oportunidad de construir varios puentes subterráneos que pasarán por debajo de la carretera para conectar la propiedad donde complejo con otro, en el que se prevé una inversión de desarrollo.
Por otra parte y según Jesús Almaguerpresidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, para miembros de esta organización solo un caso estaba relacionado con el Tren Maya y era Grupo Palace, José Chapur.
Sin embargo, el empresario yucateco había negociado durante mucho tiempo y vendido la propiedad al gobierno federal para obras de infraestructura, y nunca se quejó del precio.
Después de algunas medidas tomadas por el gobierno Joaquín González En el caso de Bahía Príncipe, el asunto quedó en manos del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), que encabeza Javier May.
En medio del tumulto del Tren Maya, cuesta creer que sus pedidos sean escuchados por empresarios que han dejado de comunicarse con el gobierno que tuvieron en el pasado.
divisadero
¿Imparable? Francisco Madriddirector del Centro de Información y Competitividad Turística (Cicotur) de la Universidad Anáhuac, no está absolutamente seguro de que México haya sido el país que más rápido salió de una pandemia en términos de turismo, pero es uno de los dos o tres primeros.
Por ejemplo, menciona que Grecia también ha hecho un excelente trabajo y sobre la misma base de acelerar la reapertura una vez iniciada la pandemia.
Además, el aumento en el número de viajeros de Estados Unidos a México ha sido espectacular.
En el periodo de enero-mayo de este año. el número de residentes del norte que llegaron por vía aérea aumentó un 19,5% en comparación con los cinco meses correspondientes de 2019.
Sin embargo, en el futuro ya no se siente el mismo ambiente hauja, por ejemplo, en los próximos meses y a principios del próximo año, la oferta de asientos en los aviones crecerá un poco más del 1%.
Es ahí donde comenzará a pesar casi como una piedra que México no haya recuperado la primera categoría de aviación por parámetros estadounidenses, pues las aerolíneas domésticas aún no podrán abrir nuevas rutas y frecuencias a su vecino del norte.
Por otro lado, Canadá está en proceso de expandir su oferta de aerolíneas, por lo que se reconstruirá gradualmente para alcanzar los niveles previos a la pandemia a medida que continúa disminuyendo en un 46 % en la actualidad.
Aparentemente, el turismo mexicano aún tiene un buen año por delante, pero a partir de ahora, los desafíos ya son visibles.
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