El poder económico del turismo de bodas
Hace 15 años Kitizia Morales del Consejo de Promoción Turística de México, y luego trabajando para Eduardo Chaíllo, se acercó por primera vez al mundo de las bodas de destino.
En ese momento, Jamaica era líder en el Caribe en este segmento, y México fue sede de varios eventos, desde entonces el mercado no solo se ha desarrollado enormemente, sino que se ha convertido en una actividad prioritaria para muchos hoteles de nuestro país.
En números redondos, los estadounidenses celebran 2,5 millones de bodas cada año, de las cuales 600.000 son en el extranjero y 200.000 en México.
Solo dos hoteles, Hard Rock y Palace, propiedad de los hermanos Rodolfo y José Chapur, albergan hoy más bodas que en Jamaica.
Durante este tiempo, Morales también se convirtió en un líder profesional en el campo de las bodas de destino y ahora preside la Asociación Internacional de Profesionales de Bodas (IADWP).
Esta semana la organización celebra una reunión anual para América Latina en Monterrey a la que asisten más de 500 profesionales de bodas.
Uno de los oradores será el profesional que organizó hace dos semanas el enlace Ben Afleck-Jennifer Lopez, que se convirtió en asunto legal luego de que uno de los invitados revelara algunas imágenes del evento sin autorización.
Un ejemplo de cómo estos lazos matrimoniales pueden costar millones de dólares e incluso convertirse en un problema de ciberseguridad.
México tiene aquí una veta más sorprendente, ya que por su cercanía con Estados Unidos, conectividad, cultura, gastronomía y precios, se ha convertido en un competidor difícil de vencer.
Casarse en un destino mexicano siempre cuesta una fracción de lo que vale un evento similar en Estados Unidos, solo por el tipo de cambio.
Una circunstancia que supo aprovechar Morales, convirtiéndose en un referente profesional de las bodas en el mundo.
divisadero
huracanes. En esta época del año, cuando los huracanes asedian la península de California, los centros de convenciones de Los Cabos y La Paz continúan deteriorándose.
El hecho no tiene sentido, porque es cierto que Activea, que los tenía en la concesión hace dos años, no supo rentabilizarlos de forma adecuada y no consiguió cerrar la alianza prometida por Fitur, la española Feria Internacional de Turismo.
Por ello, se ha retirado la concesión, pero el actual gobierno no parece demasiado preocupado por encontrar la forma de aumentar su productividad, por lo que ambos edificios se convierten en elefantes blancos que siguen deteriorándose por el clima.
Hay más de mil millones de pesos entre ellos, que yacen increíblemente en el basurero de fondos públicos malversados.
Derrotado por la ternura. En un informe elaborado por la empresa Héctor Flores Santana, sus especialistas afirman que en el mes de julio comenzó a observarse una desaceleración en el turismo interno, que puede ser consecuencia de la desaceleración económica, la inflación y el crecimiento adicional, tienen experiencia en turismo servicios.
Si fue un buen año para el turismo en nuestro país, hay elementos acumulativos que indican que el evento terminará en 2023.
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